Una certeza en la vida es que siempre tendremos dificultades en el camino; más pequeñas, más grandes, pero siempre existirán.
La grandeza del hombre es trascender y superar esas dificultades, extrayendo de ellas la mejor de las enseñanzas siendo su conclusión final la solidaridad con el afectado.
Hoy, ante un nuevo evento natural que golpea el Norte de Chile, el Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa, ha congregado las manos y los corazones ñuñoinos para ir en ayuda de sus pares en Chañaral-El Salado, recolectando en la familia bomberil 40 toneladas de alimentos y agua para acoger las necesidades básicas de quienes lo perdieron todo y aún en las horas más amargas, siguen prestando ayuda y apoyo a la población de su querida ciudad-puerto minero.
Chañaral-El Salado tiene hoy un cuerpo de Bomberos cuyos materiales no han tenido descanso hace más de quince días y sus hombres duermen a techo desnudo cubiertos por el manto celestial de estrellas y luna nortina, ellos deben ser ejemplo no sólo para esta ciudad y su gente sino que para todo el que vista la cotona del bombero voluntario pues es digno de hacer carne la máxima de Servir, servir, servir.
La ayuda se envió en 2 camiones facilitados por diferentes empresas que guardan en el anonimato su colaboración, realizando un desgastante viaje de diecinueve horas al sitio afectado, encabezados por el Vicesuperintendente de la Institución Sr. Helmut Kaminski M-S y el Director de la Séptima Compañía Sr. Sergio Gallagher sumados a voluntarios de compañías del Cuerpo.
El Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa agradece el apoyo de cada uno de sus miembros: Oficiales Generales, De Comandancia y Honorable Directorio, a la comunidad toda que escucho este llamado, quienes acogieron esta campaña solidaria y a quienes acompañaron la caravana que llevó este pequeño pero sincero bálsamo de alivio a nuestros hermanos en la desgracia.